El Brexit y la Unión Europea

La victoria de los partidarios de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea tiene una serie de consecuencias muy relevantes para el futuro de la Unión. Estas consecuencias, con el tiempo, pueden ser positivas o negativas según la administración que de las mismas hagan los políticos europeos.
El país más afectado es Gran Bretaña. Un somero análisis del resultado muestra una clara división sociológica del voto. Los jóvenes y las clases medias y altas urbanas han votado a favor de la permanencia mientras que las zonas rurales y las zonas obreras han optado por la salida. También denota una seria división territorial pues mientras Inglaterra y Gales han votado por la salida, Escocia e Irlanda del Norte lo han hecho por quedarse. En suma la sociedad británica ha quedado seriamente dividida, división acentuada además por la escasa diferencia en votos que separa ambas opciones. 

Mapa 1. Fuente: EL PAÍS, 25/06/2016

A la hora de analizar las causas, algunas interpretaciones de los resultados hacen hincapié en atribuirlos a la animadversión de numerosos sectores de la población hacia las políticas de austeridad de la UE. Pero pensamos que esta posición, que existe, es muy minoritaria en el caso británico. Las políticas de austeridad que están padeciendo los británicos se deben más a sus propios gobiernos -desde el mandato de Margaret Thatcher hasta hoy- y no pueden ser atribuidas en exclusiva a la UE en cuanto que Gran Bretaña posee su propia moneda y no está integrada en el BCE. No es esta la razón principal.
Es cierto que existe una animadversión hacia la UE, pero esta tiene su origen en un nacionalismo antieuropeo y xenófobo muy arraigado en la sociedad británica; sus mismas especificidades en la hora de la adhesión lo muestran. Ese nacionalismo ha revivido actualmente por varias razones:
  • el miedo irracional a la llegada de inmigrantes (tanto europeos comunitarios como extraeuropeos). La gestión de las llegadas masivas de inmigrantes procedentes del Oriente Próximo no ha sido la más afortunada, ni tampoco se ha hecho una buena pedagogía explicativa del fenómenoy de la integración de los imigrantes.
  • el deseo de castigar a unas élites cosmopolitas vinculadas a la globalización -prensa, universidades, funcionarios, multinacionales- y que se asocian a los dirigentes de la UE.
  • la oposición de buena parte del partido Conservador al europeismo, heredada de las  viejas ínfulas imperiales. Esta división es la que impulsó la decisión de Cameron para convocar el referéndum.
  • la oposición de sectores de las clases trabajadoras tradicionales que ven con temor la globalización, la llegada de trabajadores extranjeros que representan una competencia tanto para obtener trabajo como para acceder a las ayudas públicas, así como un deterioro progresivo de sus derechos socio-laborales.
Los resultados del referéndum pueden provocar graves consecuecnias, tanto para Gran Bretaña como para la UE
  • Para Gran Bretaña representa una dura crisis política y un proceso de adaptación económica importante marcado además por la incertidumbre.
  • Para la UE el peligro es la amenaza que surge desde los populismos derechistas y xenófobos que gobiernan o tienen un peso electoral relevante en algunos países de la Unión. Estos movimientos han encontrado un ejemplo en el referéndum británico y ahora lo reivindican para sus países porque su nacionalismo los hace incompatibles con el proyecto de la Unión.
No deja de ser paradójico que la principal amenaza para la Unión Europea proceda actualmente de los populismos derechistas que se extienden por bastantes países; exacerbando el miedo al inmigrante encuentran un instrumento de difusión de sus ideas y de su descontento con las políticas sociales de la UE. 
Mapa 2. Fuente: El Períodico, 22/04/2016

La desigualdad creada por la crisis económica ha promovido un gran descontento político que ha sido hábilmente dirigido, por el nacionalismo xenófobo, contra los inmigrantes a los que se les culpabiliza del deterioro de la situación de las clases trabajadoras europeas. De esta manera, las élites antieuropeas, también privilegiadas económicamente, hallan la respuesta a la crisis en el ataque a la inmigración. Estas políticas calan por su sencillez y por su aparente defensa de las clases trabajadoras pero entrañan peligros muy conocidos por los europeos. Aún así su difusión por el espacio de la UE es significativa [véase mapa 2].
Por el contrario, la respuesta desde la izquierda crítica con las políticas de austeridad promovidas por el gobierno de la UE ha sido más débil: ha triunfando electoralmente en Portugal y Grecia y logrado un importante peso electoral en España. Con ese peso político no ha logrado variar la política económica comunitaria.

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